No es sorpresa saber que después de todos estos cambios en la metodología de trabajar, muchas personas están replanteando su vida personal y laboral.
Aunque varias empresas exigirán a sus empleados volver a la oficina, considero que en el futuro será una decisión de cada empleado y las compañías deberán adaptarse.
Todos nos preguntamos ¿cuándo volveremos a nuestra oficina al terminar esta pandemia? Sin embargo, creo que la pregunta correcta es ¿cuál será el propósito de una oficina después de esta pandemia?
En un reciente artículo de The New York Times, se presentaron los resultados de varios estudios que muestran las preferencias de los empleados para su lugar de trabajo. Estas son las estadísticas más importantes:
¿Qué sucederá con las oficinas? (Estudio 2020)
46% de los trabajadores dicen que solicitarán a su empresa teletrabajar de 1 a 4 días a la semana. 40% de los trabajadores planean teletrabajar todos los días y sólo 14% desea trabajar en la oficina todos los días.
49% de los encuestados indican que son más productivos trabajando desde sus casas a pesar de las distracciones. Comparado al 32% de los encuestados que sienten una disminución en su productividad y 19% no tiene una respuesta definida.
44% de los encuestados consideran que su calidad de trabajo ha mejorado con el teletrabajo durante la pandemia, comparado a 27% que no lo consideran y 29% que no tienen una respuesta definida.
La mayoría de los encuestados les hace falta sus relaciones sociales en el trabajo y sus mayores razones para volver a la oficina es por el sentimiento de soledad y preocupación por no ser ascendido en su cargo.
Conclusión.
Considero que esto no debe ser una decisión "blanco/negro" para las empresas. En cambio, las empresas deberán cambiar su percepción de "oficina" y evolucionar con las nuevas preferencias de los empleados.
En mi opinión, cada vez habrán más oficinas compartidas sin un puesto asignado a cada empleado. Los miembros de las organizaciones podrán planear su semana para trabajar desde las instalaciones de la empresa o desde cualquier parte del mundo.
Por último, considero que al principio habrá "fricción" por parte de algunas empresas tradicionales que se rehúsan a cambiar su metodología de trabajo. Sin embargo, si hay algo bueno que podemos aprender de estos difíciles momentos, es que nuestros resultados laborales no dependen de dónde estemos ubicados, sino del valor que aportamos a nuestra empresa y aún más importante, a nuestros clientes.
Y usted, ¿qué opina de estos estudios y qué planes tiene para su empresa?