Todos los días, cientos de excelentes empleados renuncian a sus puestos de trabajo sin importar cuanta estabilidad éste les ofrezca, y aunque parezca una decisión un poco alocada, es mucho más común de lo que se piensa. Al parecer, el empleado no renuncia a su trabajo, ¡sino a su jefe! Y aunque muchos argumentan que “¡Nadie es indispensable!”, es cierto que contratar nuevos empleados de buen rendimiento es cada vez más costosos y dispendiosos.
Si usted maneja un equipo de trabajo, debe reconocer cuáles son las verdaderas razones que llevan a un magnifico empleado a renunciar.
1. Exceso de trabajo.
Un buen empleado expuesto a trabajar más horas de lo normal, podría sentirse abrumado y sobrecargado de trabajo, más aún porque podría sentir que está siendo castigado por su buen rendimiento.
Una investigación de Stanford arrojó resultados alarmantes en cuanto al nivel de productividad que tenían los empleados que trabajaban más de 50 horas a la semana. Estos trabajadores eran menos productivos al ser sometidos a cumplir tantas horas de trabajo.
Si desea aumentar la carga de horas de un buen empleado, esta carga de horas deberá ser proporcional a una buena propuesta de aumento de salario o de ascenso de cargo. El trabajador se sentirá recompensado por su esfuerzo, y no verá como una carga unas horas más de trabajo sino que las verá como necesarias.
2. Falta de reconocimiento al buen trabajo.
Los empleados, sobre todo aquellos que son buenos, les gustan sentir que su talento es premiado y reconocido, puesto que ellos están conscientes de sus capacidades y de cómo esta beneficia a la empresa. Por eso, es una buena acción motivar a estos buenos empleados ya sea con una felicitación, un bono o un reconocimiento público por su excelente labor. El reconocimiento al talento hace sentir al empleado apreciado y útil.
3. Jefes poco o nada indulgentes.
La mitad de los empleados que renuncian, lo hacen por la relación con su jefe. Tener un jefe poco involucrado con el ser, los problemas y situaciones que pueda estar pasando al empleado, empeora la relación empleado-jefe. Las empresas inteligentes saben que quienes dirigen a sus empleados, deben de ser personas comprensivas que se preocupan por la situación individual del ser humano y no solo de si cumplió o no las horas extras del día.
4. Promesas incumplidas.
Dos de las cualidades más importantes que debería tener todo jefe es ser honorable y tener palabra. Hacer una promesa a un buen empleado y luego no cumplirla rompe todo tipo de relación y traspasa la delgada línea entre hacer feliz a un empleado y verlo salir por la puerta. Lógicamente si el jefe no cumple con sus compromisos ¿por qué debería esperar que los demás lo cumplan?
5. Contratar y promover a las personas equivocadas
No hay nada más duro y desmotivador para un empleado con talento que tener que trabajar en equipo con empleados mediocres. El empleado con talento le gusta rodearse de personas con el mismo tipo de pensamiento y capacidades, pues de lo contrario terminará haciendo todo el trabajo por sí mismo. Y lo que podría empeorar las cosas sería que se le diera promoción a uno de estos empleados mediocres por encima del que tiene talento; no hay peor insulto que ese.
Si usted desea tener a las personas más talentosas trabajando para usted, debe valorar y premiar todo el talento y esfuerzo dado. El talento de estos empleados les da muchas opciones para escoger en el mercado laboral por lo que no es buena idea dejarlos ir por temas que pueden solucionarse.
Y usted, ¿conoce alguna otra razón por la que un empleado talentoso pudiera renunciar?